Una de ellas está dirigida contra dos antígenos de VPH más relacionados con el cáncer de cérvix que son el 16 y 18 , la llamada Cervarix®. Se la llama, por ello, bivalente.
La otra, llamada tetravalente, va dirigida contra cuatro antígenos del VPH, los tipos 16 y 18, y otros dos más 6 y 11, estos últimos relacionados con las verrugas y condilomas genitales. Es decir, que la vacuna parece prevenir el cáncer y las lesiones precancerosas. Esta recibe el nombre de Gardasil®. Es la primera vacuna aprobada dirigida específicamente a prevenir cualquier tipo de cáncer.
La vacunación completa consiste en la administración de tres dosis de la misma. Se debe de administrar una inyección intramuscular en el mes 0, 1 y a los 6 meses de la dosis inicial.
Se debe vacunar a las niñas preadolescentes, entre 11 y 14 años, ya que la vacunación es más efectiva antes del contacto con el virus, es decir, antes del inicio de las relaciones sexuales. Hay estudios que sugieren que la vacuna también es eficaz en mujeres más mayores, hasta 26 años, así como en niñas desde los 9 años de edad.
En el momento actual no se recomienda vacunar a los niños, hasta que finalicen estudios en esta indicación. Pero ya que los varones son portadores del virus, la vacunación también para ellos contribuiría a aumentar aún más la eficacia de la vacuna.
La eficacia de la vacuna es muy alta, pero no llega a ser del 100%. Se calcula que puede tener una eficacia del ochena por ciento de las mujeres vacunadas. Además la vacunación contra el VPH, puede evitar otros problemas asociados a esta infección como verrugas genitales o condilomas. La eficacia de la vacuna será mayor cuando mayor sea la población vacunada (cobertura vacunal). Debido a esto, la vacunación no debe sustituir en ningún caso las revisiones ginecológicas, ya que no es efectiva al 100% y no previene otras enfermedades de transmisión sexual.
En líneas generales, la vacuna no tiene ningún efecto secundario. Simplemente puede provocar dolor en la zona de la punción y en ocasiones más extrañas, leves trastornos digestivos y más raramente cansancio.
Actualmente, ambas vacunas contra el cáncer de cérvix son incluidas en el calendario vacunal del Sistema Nacional de Salud para niñas entre 11 y 14 años, por lo que las mujeres que superen esa edad y quieran ponerse la vacuna deberán pagar por ella.
Además de la vacunación, ciertas actitudes y acciones previenen también el hecho de contraer esta enfermedad, como son mantener relaciones sexuales con protección (uso de preservativo), alertar al médico si una mujer observa verrugas en los genitales de su pareja y parar las relaciones sexuales con esa persona, limitar las parejas sexuales y más aún si estas mantienen relaciones sexuales sin protección y dejar de fumar. Además, practicarse citologías vaginales puede ayudar a detectar cambios precancerosos que pueden tratarse antes de que se conviertan en cáncer cervical.
fuentes: nlm.nih.gov/medlineplus/spanish, todocancer.org
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