domingo, 8 de febrero de 2009

Radioterapia



La radioterapia es el empleo de radiaciones ionizantes para el tratamiento local de determinados tumores que emplea rayos X con altas dosis de irradiación. Su objetivo es destruir las células tumorales causando el menor daño posible a los tejidos sanos que rodean dicho tumor.

En los tumores de cérvix la radioterapia es un tratamiento curativo con los mismos resultados que la cirugía.
Su aplicación puede ser externa o interna, aunque generalmente se combinan ambas modalidades:
En la radioterapia externa se emplean equipos generadores de radiación que en ningún momento contactan con la paciente.

La radioterapia interna consiste en la colocación de materiales radiactivos próximos a la zona tumoral. Se colocan en la cavidad uterina y/o en la vagina, por lo que se denomina
radioterapia endocavitaria o intracavitaria.

La radioterapia se puede emplear como tratamiento único o tras la cirugía si existen posibilidades de que reaparezca el tumor en la zona donde estaba situado el mismo. Su objetivo en este caso, es destruir las células tumorales que hayan podido quedar tras la cirugía.

Si se administrara toda la dosis de radiación en una única sesión se producirían daños muy serios en los tejidos. Para minimizar estos efectos secundarios, la dosis total de radiación se fracciona repartiéndose en un número determinado de sesiones y días. El fraccionamiento estándar consiste en administrar una sesión al día durante cinco días a la semana descansando dos, generalmente sábados y domingos.
Para su administración no es necesario estar ingresada, puede acudir al hospital para el tratamiento y una vez finalizado volver a su casa.
El tratamiento suele durar entre seis y siete semanas, dependiendo de la dosis que se administre y del número total de sesiones.Diariamente, cada sesión dura sólo un cuarto de hora aproximadamente. El tiempo real de irradiación dura segundos.
Las habitaciones donde se realizan los tratamientos de radioterapia externa se llaman salas de radioterapia que poseen paredes de hormigón con un gran espesor que proporcionan un aislamiento perfecto impidiendo que la radiación salga fuera de ellas.

Como el resto de tratamientos, la radioterapia también puede producir efectos secundarios: cansancio, reacciones en la piel, molestias al orinar, caída del cabello, diarrea o molestias ginecológicas.



fuente: todocancer.org, tuotromedico.com

Quimioterapia

La quimioterapia es una de las modalidades terapéuticas más empleada en el tratamiento del cáncer. Su objetivo es destruir, empleando una gran variedad de fármacos, las células que componen el tumor con el fin de lograr la reducción o desaparición de la enfermedad.

Los fármacos empleados en este tipo de tratamiento se les denomina fármacos antineoplásicos o quimioterápicos.
Estos fármacos llegan a prácticamente todos los tejidos del organismo y ahí es dónde ejercen su acción tanto sobre las células malignas como las sanas. Debido a la acción de los medicamentos sobre éstas últimas, pueden aparecer una serie de síntomas más o menos intensos, denominados efectos secundarios.


Antes de iniciar el tratamiento es necesario valorar, mediante un análisis de sangre y de orina, si los niveles de glóbulos rojos y de leucocitos son normales y cómo funcionan sus riñones, ya que la dosis de los fármacos dependerán de estos resultados.

Para el tratamiento del cáncer de cérvix lo habitual es emplear la combinación de varios fármacos, mediante administración por vía intravenosa.
La quimioterapia se administra en forma de ciclos, alternando periodos de tratamiento con periodos de descanso.
Antes de iniciar un nuevo ciclo es necesario realizar un control para asegurarse de que la quimioterapia no está dañando los riñones o alterando los niveles de hematíes y leucocitos de la sangre.

En el organismo existen células sanas que, normalmente, se multiplican a gran velocidad, que también se ven afectadas por la quimioterapia. La destrucción de las mismas desencadena los efectos secundarios más frecuentes.
Sin embargo, en muchas ocasiones, la paciente se siente mejor una vez que inicia el tratamiento, ya que comienzan a disminuir los síntomas que estaba causando el tumor.
No siempre aparecen efectos secundarios, pero que cuando es así los más frecuentes son: náuseas y vómitos, alteraciones en la mucosa de la boca, caida del cabello, alteraciones en la médula ósea.


fuentes: todocancer.org, tuotromedico.com

Cirugía

La cirugía suele ser el primer tratamiento en llevarse a cabo. Con frecuencia, se añade la radioterapia para completar el tratamiento.
Esta es una intervención quirúrgica mayor, por lo que es necesario un ingreso hospitalario durante un tiempo variable según la paciente(lo habitual es entre una y dos semanas).También será necesaria anestesia general.
La incisión para la cirugía tiene que ser amplia, por encima del ombligo y horizontal.


Antes de la intervención, es preciso realizar un estudio denominado estudio preoperatorio (análisis de sangre y coagulación, electrocardiograma y radiografía de tórax).
Previamente a la cirugía a paciente deberá ser informada sobre la técnica a utilizar, los riesgos y complicaciones y las posibles secuelas y efectos secundarios. A continuación deberá firmar un papel en el que da su consentimiento.


La técnica más frecuente empleada es la extirpación de todo el útero, junto con los tejidos próximos, parte de la vagina y ganglios. En ocasiones, si el tumor está más avanzado, se extirpan los ovarios, lo que se conoce como histerectomía.
Además hay otros tipos de cirugía como la criocirugía, que consiste en la extirpación del tumor por congelación; la cirugía con rayo láser, en la que se usa un haz de luz intensa para eliminar células cancerosas; la conización, que consiste en la extracción de un trozo de tejido en forma de cono del lugar donde se encuentra el tumor para realizar un biopsia o para el tratamiento del cáncer en fase temprana; la escisión electroquirúrgica, en la que se usa una corriente eléctrica y la exenteración, en el caso de que el cáncer se haya extendido y sea necesario extraer el colon inferior, recto o vejiga, por lo que es probable que tras esto la paciente necesite cirugía plástica para formar una vagina artificial.
En el caso de mujeres jóvenes, con lesiones tempranas y con deseos de tener hijos, puede conservarse el útero realizando extirpaciones muy limitadas. En estos casos es preciso realizar revisiones muy frecuentemente.


Con frecuencia tras la cirugía se añade un tratamiento con radioterapia para disminuir las posibilidades de que la enfermedad pueda reaparecer en la zona de la intervención.
Como casi toda intervención quirúrgica, ésta también tendrá sus consecuencias y efectos adversos. Al despertar de la anestesia, la paciente sentirá dolor en la zona y tendrá que ir recuperándose poco a poco moviéndose cuando el dolor sea más suave. Deberá mantenerse limpia la herida. Esto lo realizará el personal sanitario mientras que no se hayan retirado los puntos, y una vez que se haya hecho, la paciente deberá seguir siendo especialmente cuidadosa con ese tema. Un punto importante para la recuperación total es el reinicio de la actividad sexual, tema que será importante tratar con su ginecólogo.


fuentes: tuotromedico.com, todocancer.org

sábado, 7 de febrero de 2009

Elección del tratamiento

Una vez confirmado el diagnóstico del cáncer de cuello de útero y realizadas las pruebas para conocer en qué fase se encuentra dicho cáncer, habrá que determinar cuál es el tratamiento más adecuado para curarla. El médico recomendará y explicará las posibilidades de tratamiento dependiendo del caso concreto y una vez que la paciente haya recibido suficiente información, tomará junto con su médico una decisión.
El tratamiento de este cáncer es, como el de la mayoría de los tumores, multidisciplinar. Es decir, distintas especialidades trabajan en conjunto para combinar terapias y dar al paciente la mayor posibilidad de curación.
Para esto se sigue un protocolo, un plan de tratamiento, basándose en la experiencia científica para el tratamiento de este tumor. Estos protocolos están establecidos en función de la edad de la paciente, la fase en la que se encuentra la enfermedad y los deseos de la paciente. Además de esto, habrá que tener en cuenta si existen otras enfermedades que puedan dificultar la realización de algún tipo de tratamiento.
Los tratamientos más frecuentemente empleados en el cáncer de cérvix son la cirugía (extracción del cáncer en una operación), la radioterapia (radiaciones de alta energía para eliminar las células cancerosas) y la quimioterapia (medicamentos para eliminar las células cancerosas).



fuente: todocancer.org, tuotromedico.com

martes, 3 de febrero de 2009

Etapas

En el desarrolo del cáncer de cuello uterino podemos distinguir las siguientes fases o etapas en función del tamaño del tumor o de las zonas que alcanza:

  • Estadio 0
    En el estadio 0(denominado carcinoma in situ o carcinoma preinvasivo), se encuentran células anormales en el revestimiento más interno del cuello uterino, es muy superficial, se limita a las células de la mucosa. Estas células anormales se pueden volver cancerosas y diseminarse hasta el tejido cercano normal.
  • Estadio I
    En el estadio I, el cáncer se ha formado y se encuentra solamente en el cuello uterino. El estadio I se divide en estadios IA y IB, según la cantidad de cáncer que se encuentre.
    - Estadio IA: se detecta una cantidad muy pequeña de cáncer en los tejidos del cuello uterino que solo puede verse con un microscopio. El estadio IA se divide en dos estadios más de acuerdo con el tamaño del tumor.

    -
    Estadio IB: en el estadio IB, el cáncer solo se puede ver con un microscopio y está a más de 5 milímetros de profundidad o mide más de 7 milímetros de ancho, o se puede ver sin un microscopio. El cáncer que se puede ver sin un microscopio se divide en otros dos estadios de acuerdo con el tamaño del tumor.
  • Estadio II
    En el estadio II, el cáncer se ha diseminado más allá del cuello uterino, pero no hasta la pared de la pelvis (tejidos que revisten la parte del cuerpo entre las caderas) o hasta el tercio inferior de la vagina y/o a los ligamentos laterales (parametrios). El estadio II se divide en otros dos estadios según la distancia en que el cáncer se ha diseminado:
    - Estadio IIA: el cáncer se ha diseminado más allá del cuello uterino hasta los dos tercios superiores de la vagina, pero no hasta los tejidos que rodean el útero.
    - Estadio IIB: el cáncer se ha diseminado más allá del cuello uterino hasta los dos tercios superiores de la vagina y los tejidos que rodean el útero.
  • Estadio III
    En el estadio III, el cáncer se ha diseminado hasta el tercio inferior de la vagina, afecta a ganglios linfáticos próximos o alcanza lso tejidos laterales del cérvix hasta alcanzar la pared de la pelvis o puede haber causado que el riñón deje de funcionar. El estadio III se divide en estadios IIIA y IIIB, según la distancia en que el cáncer se ha diseminado.
    - Estadio IIIA: el cáncer se ha diseminado hasta el tercio inferior de la vagina, pero no hasta la pared de la pelvis.
    - Estadio IIIB: el cáncer se ha diseminado hasta la pared de la pelvis o el tumor es lo suficientemente grande como para bloquear los uréteres ( tubos que conectan los riñones con la vejiga). Este bloqueo puede hacer que los riñones aumenten de tamaño o dejen de funcionar. Las células cancerosas pueden también haberse diseminado hasta los ganglios linfáticos de la pelvis.
  • Estadio IV
    En el estadio IV, el cáncer se ha diseminado hasta la vejiga, el recto o a otras partes del cuerpo, presentando metástasis. El estadio IV se divide en estadios IVA y IVB, según el lugar donde se encuentre el cáncer.
    - Estadio IVA: el cáncer se ha diseminado hasta la vejiga o la pared del recto, y puede haberse diseminado hasta los ganglios linfáticos de la pelvis.
    - Estadio IVB: el cáncer se ha diseminado más allá de la pelvis y los ganglios linfáticos de la pelvis hasta otros lugares en el cuerpo, como el abdomen, el hígado, el tracto intestinal o los pulmones.

fuentes: todocancer.org, cancer.gov

domingo, 1 de febrero de 2009

Tipos

Existen dos tipos de cáncer de cuello uterino según el lugar de origen en el cérvix:

  • carcinoma epidermoide: derivado de ectocérvix y del fondo de la vagina
  • adenocarcinoma: procede de las células del interior del cuello del útero (canal cervical)

fuente: todocancer.org

jueves, 29 de enero de 2009

Síntomas en etapas avanzadas del cáncer

Los síntomas que presenta una mujer a la que se le ha diagnosticado un cáncer de cuello uterino y éste está en una etapa ya avanzada son:
  • inapetencia
  • pérdida de peso
  • fatiga
  • fracturas óseas
  • sangrado vaginal profuso
  • dolor pélvico, de espalda y piernas
  • inflamacón en una sola pierna
  • fuga o filtración de orina o heces por la vagina

fuente: nlm.nih.gov/medlineplus/spanish

Pruebas para diagnosticarlo

Previamente a la realización de cualquier prueba, el ginecólogo realizará una serie de preguntas que le oriente sobre los hábitos y antecedentes de la paciente. A coninuación realizará a la paciente una exploración ginecológica que le permita la detectar posibles signos o síntomas anormales.

Esta exploración no es dolorosa, pero puede resultar molesta. La mujer debe permancer en tumbada en posición ginecológica y relajada, de forma que el ginecólogo pueda valorar lesiones en la vagina, cuello del útero y cuerpo del útero.



Tras esto, el ginecólogo puede realizar la prueba de Papanicolaou. Se aconseja realizar esta prueba regularmente a todas las mujeres tres años después de haber comenzado sus relaciones sexuales y no más tarde de los 21 años, ya que mediante una simple exploración ginecológica no se detectará un cáncer ce cuello de útero, pero sí mediante esta prueba.



¿En qué consiste el TEST DE PAPANICOLAOU?



El médico utiliza un instrumento de metal o plástico para abrir la vagina y obtiene, mediante raspado, una muestra de las células y mucosidad del cuello uterino. Esta muestra se envía a un laboratorio para que la examine bajo el microscopio. Su médico le avisará si se encuentra algo inusual.

Hay ciertos factores que debe tener en cuenta la mujer antes de realizarse esta prueba:

  • no hacerse la prueba durante el periodo menstrual
  • no mantener relaciones sexuales durante las 48 horas previas a la prueba
  • no usar tampones ni ningún tipo de crema o medicamento vaginal las 48 horas previas a la prueba
  • evitar las duchas vaginales las 48 hora previas a la prueba

En caso de que el médico observe alguna anomalía en el test de Papanicolaou, le indicará que debe realizarse otras pruebas con la finalidad de llegar a un diagnóstico definitivo:

  • colposcopia: esta prueba consiste en la visualización del cuello del útero, durante la exploración, a través de un aparato denominado colposcopio. Este es similar a un pequeño microscopio con una luz potente, que permite visualizar la vagina y el cuello del útero, para la localización de la zona alterada. Esta prueba no es dolorosa, no produce efectos secundarios y puede llevarse a cabo incluso durante el embarazo sin peligro.

  • biopsia: extracción de una muestra de tejido para ver si tiene células cancerosas. Esta es la única forma de poder decirle con seguridad si la paciente tiene un precáncer, un cáncer verdadero o ninguno. Existen varios tipos de biopsias. El médico le informará sobre el tipo de biopsia, la anestesia y los posibles efectos secundarios



Si mediante estas pruebas se detecta cáncer, se realizarán, por lo general, las siguientes pruebas:

  • Cistoscopia: para averiguar si el cáncer se ha propagado a la vejiga.
  • Protoscopia: para ver si el cáncer se ha propagado al recto.
  • Radiografías del tórax: para ver si el cáncer se ha propagado a los pulmones.






fuentes: cancer.org, todocancer.org







lunes, 26 de enero de 2009

Vacunación y prevención

Existen dos vacunas contra la infección de los tipos VPH asociados al cáncer de cérvix.
Una de ellas está dirigida contra dos antígenos de VPH más relacionados con el cáncer de cérvix que son el 16 y 18 , la llamada Cervarix®. Se la llama, por ello, bivalente.
La otra, llamada tetravalente, va dirigida contra cuatro antígenos del VPH, los tipos 16 y 18, y otros dos más 6 y 11, estos últimos relacionados con las verrugas y condilomas genitales. Es decir, que la vacuna parece prevenir el cáncer y las lesiones precancerosas. Esta recibe el nombre de Gardasil®. Es la primera vacuna aprobada dirigida específicamente a prevenir cualquier tipo de cáncer.

La vacunación completa consiste en la administración de tres dosis de la misma. Se debe de administrar una inyección intramuscular en el mes 0, 1 y a los 6 meses de la dosis inicial.

Se debe vacunar a las niñas preadolescentes, entre 11 y 14 años, ya que la vacunación es más efectiva antes del contacto con el virus, es decir, antes del inicio de las relaciones sexuales. Hay estudios que sugieren que la vacuna también es eficaz en mujeres más mayores, hasta 26 años, así como en niñas desde los 9 años de edad.
En el momento actual no se recomienda vacunar a los niños, hasta que finalicen estudios en esta indicación. Pero ya que los varones son portadores del virus, la vacunación también para ellos contribuiría a aumentar aún más la eficacia de la vacuna.

La eficacia de la vacuna es muy alta, pero no llega a ser del 100%. Se calcula que puede tener una eficacia del ochena por ciento de las mujeres vacunadas. Además la vacunación contra el VPH, puede evitar otros problemas asociados a esta infección como verrugas genitales o condilomas. La eficacia de la vacuna será mayor cuando mayor sea la población vacunada (cobertura vacunal). Debido a esto, la vacunación no debe sustituir en ningún caso las revisiones ginecológicas, ya que no es efectiva al 100% y no previene otras enfermedades de transmisión sexual.

En líneas generales, la vacuna no tiene ningún efecto secundario. Simplemente puede provocar dolor en la zona de la punción y en ocasiones más extrañas, leves trastornos digestivos y más raramente cansancio.
Actualmente, ambas vacunas contra el cáncer de cérvix son incluidas en el calendario vacunal del Sistema Nacional de Salud para niñas entre 11 y 14 años, por lo que las mujeres que superen esa edad y quieran ponerse la vacuna deberán pagar por ella.






Además de la vacunación, ciertas actitudes y acciones previenen también el hecho de contraer esta enfermedad, como son mantener relaciones sexuales con protección (uso de preservativo), alertar al médico si una mujer observa verrugas en los genitales de su pareja y parar las relaciones sexuales con esa persona, limitar las parejas sexuales y más aún si estas mantienen relaciones sexuales sin protección y dejar de fumar. Además, practicarse citologías vaginales puede ayudar a detectar cambios precancerosos que pueden tratarse antes de que se conviertan en cáncer cervical.










fuentes: nlm.nih.gov/medlineplus/spanish, todocancer.org




sábado, 24 de enero de 2009

Causas y factores de riesgo

La infección del cuello uterino por el virus del papiloma humano (VPH) es la causa más común del cáncer de cuello uterino.
Hay más de cien tipos de virus papiloma. Algunos de estos tipos, los denominados de alto riesgo, infectan los genitales tanto femeninos como masculinos y se transmiten durante las relaciones sexuales.
Las mujeres que generalmente no se someten a una prueba de para detectarlo o para detectar células anormales en el cuello uterino tienen mayor riesgo de padecer de cáncer de cuello uterino.
Sin embargo, a pesar de ser esta la causa principal del cáncer de cuello uterino, la mayoría de las mujeres con infección por VPH no desarrollan la enfermedad, si no que normalmente la infección desparece sin ningún tipo de tratamiento ya que el sistema inmunitario de la mujer es capaz de neutralizar y destruir los virus.

Además de esto, otros factores de riesgo son la maternidad antes de los diecisés años, así como mantener relaciones sexuales a edades tempranas, tener muchas parejas sexuales, fumar, usar anticonceptivos orales ("la píldora") y tener debilitado el sistema inmunitario. Además también correrán mayor riesgo de contraer esta enfermedad aquellas mujeres que padezcan de VIH o herpes genital.



fuentes: todocancer.org, entornomedico.org, medlineplus.gov

miércoles, 21 de enero de 2009

Síntomas

Las mujeres con cánceres del cuello uterino en etapa temprana y pre-cánceres usualmente no presentan síntomas, sino que los síntomas comienzan a menudo cuando el tumor está más avanzado, es decir, cuando el cáncer se vuelve invasivo y crece hacia el tejido adyacente. Cuando esto ocurre, los síntomas más comunes son:

*Sangrado vaginal anormal. Este sangrado puede producirse tras mantener relaciones sexuales, después de la menopausia, entre periodos menstruales y también pueden producirse periodos menstruales que duran más tiempo o con sangrado más abundante de lo habitual. El sangrado después de una ducha vaginal o después del examen pélvico es un síntoma común de cáncer de cuello uterino, no de pre-cáncer.
* Secreción vaginal inusual. Esta secreción puede contener algo de sangre y se puede presentar entre periodos menstruales o después de la menopausia.
* Dolor durante las relaciones sexuales.



Estos signos y síntomas también pueden ser causados por otras condiciones que no son cáncer del cuello uterino, como una infección, que puede causar dolor o, raras veces, sangrado.
Aun así, si cualquier mujer tiene alguno de estos signos u otros síntomas sospechosos, es importante que vea a su médico de inmediato.

Ignorar los síntomas puede permitir que el cáncer progrese a una etapa más avanzada y que se reduzcan sus probabilidades de un tratamiento eficaz.
Lo mejor es no esperar a que aparezcan los síntomas y hacerse pruebas.

fuente: cancer.org

martes, 20 de enero de 2009

El cérvix o cuello uterino

El cérvix forma parte del útero, también llamado matriz o seno materno, que es el órgano de la gestación y el mayor de los órganos del aparato reproductor femenino de los humanos, como de la mayoría de los mamíferos, ubicado en la parte baja del abdomen de la mujer, entre la vejiga y el recto.

El cérvix o cuello uterino es la parte inferior, estrecha del útero. Comunica en su extremo superior con el istmo y en el extremo inferior forma un canal que desemboca en la vagina, la cual conduce al exterior del cuerpo.




fuente: wikipedia,medlineplus

lunes, 19 de enero de 2009

¿Qués es el cáncer de cuello de útero?



Nuestro organismo está constituido por órganos a su vez formados por un conjunto de células que se dividen de forma regular para reemplazar a las células envejecidas o muertas y mantener así la los tejidos y el correcto funcionamiento de los distintos órganos.
Cuando estas células inician una división incontrolada darán lugar a un tumor. Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y órganos de alrededor y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, o lo que todos conocemos como cáncer.

Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de implantarse en órganos alejados están ubicadas en el cuello de útero hablamos de cáncer de cérvix o cuello de útero.











fuente: todocancer.org
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